martes, 9 de octubre de 2007

Qué bonitos los techos abuhardillados II

Tras mucho insistir en que Lucas existía (el habitante del falso techo al que sólo yo oía), y después de soportar miradas de reprobación o incluso de lástima por mi estado mental que algunos creían alucinógeno, POR FIN Lucas se manifestó en público. Lo hizo una noche en la que no sólo lo oí pasear, sinó que además le oí hurgar en la madera del techo con tanta fuerza que creí que en cualquier momento se me iba a caer encima. Avisé a Deborah y ella también fue testigo de los intentos de Lucas por traspasar la delgada línea roja que le separaba del interior de la casa de la guasa. Para impedirlo, Deborah y yo exáminamos el preciosísimo techo abuhardillado de madera y descubrimos agujeros de tamaño considerable por doquier.

"Mierda! Esto no lo ha hecho Lucas el roedor, sino la familia Lucas los carcoma!!!"

Así que en ello estamos, esperando a que el propietario actúe y nos libre de una plaga de bichos a los que algunos llaman "taladros", y con toda la razón, pues los agujeros están hechos con mucho arte, para qué vamos a negarlo. Mientras tanto yo sigo durmiendo tranquilamente en mi habitación, puesto que los únicos bichos a los que tengo verdadero pánico son los roedores.

"Todo resuelto", pensé. Qué ilusa, a los pocos días, mientras disfrutaba de un rato de asueto en el sofá, vi "algo" que se escondía detrás del mueble del comedor. Cuál fue mi horrorífica sorpresa al ver que ese algo era un ratón, pequeñísimo, pero ratón al fin y al cabo. Tras los gritos más desgarradores que os podáis imaginar salí de casa en busca de las trampas más potentes del mercado, aunque no hizo falta utilizarlas, puesto que cuando volví ahí estaba la valiente M. que a escobazo limpio y con los ojos inyectados en sangre acabó con la existencia de Lucas II.

Lo curioso es que desde ese día no he vuelto a oír el más mínimo corretear por el falso techo, lo cual me plantea un par de dudas: ¿Quién era el verdadero habitante de esa tierra de nadie? ¿Los carcoma siguen ahí? ¿O era Lucas el roedor el que se paseaba a sus anchas? ¿Es posible que Lucas auyentara a los carcoma y se instalara él? ¿O fue al revés y por eso me lo encontré por la casa?

Sea como sea, lo que está claro es que en la casa de la guasa habita una fauna de lo más variada, y no lo digo sólo por las personas.

lou

2 comentarios:

Milongas dijo...

juas juas juas juas QUE ME MEOOOOO!!!! Xor me enseño los peasos agujerossss!! y esoy deacuerdo, la fauna de La Casa de la Guasa, somos de los más variado!!!
;-)))))))
Besossss!

Dr. Fleischman dijo...

dile a Yriana que te cuente su experiencia con los ratones en un hotel de Turquia (Kent ****)...