martes, 5 de junio de 2007

Hoy por tí, mañana por mí

El incivismo está llegando a extremos más que preocupantes. Últimamente me sucede algo que me hace pensar si estaré en el día de la marmota por lo seguido que me viene ocurriendo: me dispongo a coger el coche y me lo encuentro atrapado porque tanto el conductor del coche de delante como el de atrás no han dejado ni un milímetro entre su coche y el mío. Normalmente no lo necesito para nada urgente, por lo que me vuelvo a mi casa y santas pascuas, pero ¿qué pasa con la gente que lo utiliza para ir a trabajar? ¿Y los padres que tienen que ir a buscar a los niños al cole? No sé a vosotros pero a mí me traumatizaba de pequeña quedarme la última en el cole esperando a mamá. Hoy ha sido el colmo ya que tanto el vehículo de delante como el de atrás estaban literalmente aplastando el parachoques delantero y trasero del mío (Deborah es testigo!), así que ni corta ni perezosa les he escrito una nota que les he dejado en el parabrisas, por supuesto muy educada y gentil, no por falta de ganas de decirles cuatro cosas sino porque si me paso un pelo es posible que mañana mi coche esté directamente desguazado.

A veces me da la sensación de que hay gente que cree que el mundo es suyo y que los demás no somos más que el atrezzo que acaba de completar un decorado. Por eso os pido que a partir de ahora, cuando aparquéis, tengáis en cuenta que ni el coche de delante ni el de atrás están faltos de cariño, por lo que si dejáis que corra el aire serán igual de felices, y sus dueños más, sobretodo cuando bajen a disponer de él y puedan utilizarlo, como es su derecho. No cuesta nada echar un vistacillo y ver que no se molesta a nadie, y así, con pequeños gestos, cada día este mundo infame será un poquito mejor.

Mañana os cuento si he recibido alguna respuesta de estos dos conductores bribones.

La justiciera del volante (o sea, lou)

2 comentarios:

Carolina dijo...

Hey tu Justiciera, dos cosas :

1. Para una justiciera creo que te va más una moto ( aunque yo no guste de ellas mucho )

2. A mí lo que más me gusto de este post es la nostalgía que me produjo acordarme de los días en que mi mamá iba por mí al Cole.
:-)


Saludos,

Anónimo dijo...

Tienes razón, una moto en lugar de mi chatarrilla sería mucho más contundente! Y más aún con un traje de cuero y antifaz! Tomo nota.

Un beso!